martes, 13 de mayo de 2008

El sapo Roldán





Erase una vez un sapo que vivía en un palacio, pero este, no era un sapo cualquiera, su padre lo había llamado Roldán, en honor a su sanguinario hermano gemelo.

Roldán soñaba con tener una dentadura de oro, llena de rubíes y esmeraldas, detallada en sus enteras proporciones, acuñada por el mas fino maestro joyero, pero había un gran problema; en el siglo XV, la práctica odontológica no había avanzado lo suficiente como para poder copiar sus canino e insisivos.

Deprimido y casi a punto de tomar el camino fácil y entregarse a la eterna iluminación en el paraíso pantanal, decidió utilizar los recursos que tenía a la mano, y de esa manera resolver su calvario.

Roldán se armó de valor y coraje y así, tiró toda su aceitosa leche, misma que había guardado durante años debido a su domesticación, y justo como si se tratara de la mano de un chiquillo travieso, vació sus glandulas sobre un lingote de oro; mismo que se derritió y pudo roldán tomar cual si fuera una gelatina, la amoldó, y comenzó a tragarla. Así, todo el oro que lecheaba, era consumido por él mismo.

Lamentablemente, su plan no resultó, y se convirtió todo él en una escultura del mas fino oro con leche.

como podrán ver, esta es la verdadera historia del sapo roldán, que de hecho era la mascota del rey midas, pero el rey se mandó hacer una escultura e inventó la historia para irse con la querida.

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